Todos los sectores juntos, las ventas en línea han crecido considerablemente en los últimos años y tendrán un valor de casi 100.000 millones de euros en 2019 (92.600 millones en 2018), según la FEVAD. De hecho, en sólo diez años, las ventas por Internet han crecido exponencialmente un 675%.
38,8 millones de franceses compran ya por Internet, de los cuales 13,8 millones lo hacen a través del móvil. Esto representa el 87,5% de los usuarios de Internet.
Aunque el importe medio de una transacción disminuye y asciende a 61,5 euros, el número de transacciones por comprador aumenta constantemente. Hubo 39 transacciones de media en línea y 2.420 euros gastados (+11% frente a 2017) por comprador en 2018.
Según la encuesta realizada por Médiamétrie a principios de año, casi tres de cada cuatro internautas han comprado, encargado o reservado un servicio relacionado con el turismo en línea, convirtiéndose Internet en el principal método de compra de viajes. Para preparar sus vacaciones, más del 65% de los franceses han recurrido a Internet, ya sea a través de sitios especializados en línea sobre proveedores de servicios para destinos cercanos, o a través de agencias de viajes o agencias receptivas para destinos más lejanos.
El desarrollo del turismo en línea ha cambiado la cadena de actores del turismo, que solía separar a los proveedores de servicios (aerolíneas, hoteleros, empresas de alquiler de coches, etc.) y a los productores de viajes (agencias receptivas) de los distribuidores (agencias de viajes). Al facilitar la distribución en línea, Internet ha permitido a los productores desarrollar y modificar sus propios canales de distribución, que ahora pueden estar en contacto directo con el cliente. Estos últimos tienden a diversificarse, ya que el mercado en línea para estos jugadores es ahora codiciado.
¿Hacia dónde se dirigen estas agencias y cómo se diversifican?
El factor de calidad es la base de toda prestación de servicios. Los clientes, cada vez más exigentes e informados, buscan la mejor oferta para satisfacer sus necesidades. Por tanto, es una lucha diaria para satisfacerlos y fidelizarlos respetando los objetivos económicos y sociales de la agencia. Así, para lograr el mejor rendimiento y poder competir con una competencia cada vez más feroz y dispuesta a todo para ganar cuotas de mercado, cada agencia debe encontrar la ventaja competitiva más interesante para adquirir y desarrollar en su estructura.
Por ello, las agencias receptivas y las agencias Mice (Meeting, Incentive, Conference, Event) se centran cada vez más en una estrategia de desarrollo de alta gama, turismo de lujo y turismo de negocios Mice.
En efecto, el lujo y los ratones se han integrado progresivamente en el sector turístico, respondiendo a las necesidades y expectativas de los consumidores y las empresas, a saber, un alto grado de personalización de las ofertas, la idea de beneficiarse de experiencias personales e intangibles y una excelente calidad de los servicios. Con estas características, los receptores han podido competir.
Ante el creciente poder de Internet en el sector turístico, los nuevos retos a los que se enfrentan estas agencias y las nuevas acciones que deben poner en marcha las empujan a dotarse de las soluciones digitales del mañana.
Las agencias entrantes, Mice agencies, tienen ahora la oportunidad de trabajar a la par de los grandes operadores turísticos, y se les abren grandes oportunidades.
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